Salario del Emprendedor. ¡Hay que poner precio a las horas!

El salario del emprendedor es una partida que a menudo no se considera en la estructura de costes del negocio. Y es crítico que se tenga en cuenta. ¡Hay que determinar correctamente el excedente que genera la actividad!

Si eres emprendedor es prácticamente seguro que has caído en la tentación de no cobrar ninguna retribución por tu trabajo.

Valora que vale tu trabajo. Y contrátate

Valora que vale tu trabajo. Y contrátate

La justificación normalmente es del tipo: “Hombre, ahora estoy poniendo en marcha un nuevo proyecto. Lo que tengo que hacer es poner todos los esfuerzos en ponerlo en marcha. No quiero sacar de caja dinero que estoy necesitando para otras cosas. “

Está muy bien que cuando pones un negocio en marcha no retires el efectivo correspondiente a tu salario y de esta forma estés haciendo aportaciones de más recursos. Nuevos recursos que ayudarán a conseguir una capitalización más elevada y a que el proyecto crezca y tenga más posibilidades de sobrevivir.

Pero lo que no está bien es que te engañes pensando que las cosas van bien cuando de hecho no podrías pagarte un salario.

Es necesario que pienses tu emprendimiento desde una doble perspectiva:

a.- El emprendedor capitalista

Por un lado eres emprendedor capitalista y como tal estás aportando tu dinero. Este es quien pone el dinero porque es “el dueño” de la idea y del negocio. Cuando las cosas vayan bien será el que obtendrá rentabilidad.

b.- El emprendedor trabajador: salario del emprendedor

Por otro lado eres emprendedor trabajador.

Y los trabajadores perciben una retribución por su trabajo. Retribución que, habitualmente, llamamos salario. Casualmente resulta que en este caso tú eres simultáneamente los dos emprendedores. Así que como emprendedor trabajador tienes derecho a un salario que sí o sí debes percibir.

Por lo tanto, tu empresa tiene que asumir un coste llamado salario del emprendedor.

Como emprendedor capitalista este salario que estás percibiendo como trabajador lo invertirás periódicamente (cada mes) en tu emprendimiento.

Me dirás que al fin y al cabo es lo mismo, que si el dinero que cobras como trabajador lo inviertes como capitalista no es necesario que lo cobres porque de hecho se queda siempre en la empresa.

Pues no es así.

Lo que se queda en la empresa es el efectivo, pero su origen cambia. Si no consideras el salario del emprendedor te estarás engañando en los costes. Incluso puedes llegar a pensar que la actividad ya está rindiendo un excedente.

En cambio, si tienes un salario estás valorando adecuadamente el rendimiento del negocio y además estás valorando adecuadamente tu aportación en el mismo.

Por lo tanto, valora que vale tu tiempo, que vale tu trabajo. Y “contrátate”

Salario del emprendedor. ¿Por qué?

Es necesario que consideres tu retribución dentro de los costes de tu negocio. Si te olvidas de este coste te estás engañando respecto del verdadero rendimiento de tu empresa.

Por un lado, si no incorporas el coste de tu salario probablemente estás saliendo al mercado a un precio muy competitivo,… y esto favorece las ventas.

Pero no olvides que estás vendiendo por debajo coste, es decir, asumiendo pérdidas. Vendiendo más barato de lo que has comprado. Y esto es obviamente ineficiente y antieconómico.

¿Cuánto tiempo piensas que podrás mantenerlo?

Piensa que si no cobras no tendrás dinero para comer y no podrás sobrevivir.

Exactamente lo mismo que le está pasando a tu emprendimiento.

Estás en el mal camino. Hay que corregir.

Por otra parte, si no incorporas el coste de tu salario te estás despreciando a ti mismo.

Si tú no te valoras, ¿Quién esperas que lo haga?

Si acostumbras a tu clientela que tu trabajo no vale nada, cuando quieras cobrar te dirán que el precio es excesivo porque tu trabajo no vale nada.

Estás en el mal camino. Hay que corregir.

Así que empieza a valorarte. O mejor, valórate desde que iniciaste tu proyecto.

¿Qué valen todas las horas que ya has metido?

¿Qué vale todo el trabajo que ya has hecho?

Pues este es el dinero que ya has aportado a tu empresa. O si lo prefieres (que supongo que no, pues por eso eres un emprendedor) el dinero que tu empresa te debe.

Bueno, ahora ya sabes que tienes que incorporar una nueva partida a tu estructura de costes: el salario del emprendedor.

Y su consecuencia es que ahora tienes que subir el precio de tu producto o servicio para no incurrir en más pérdidas. Cuando más tiempo tardes en hacerlo, peor. ¡El tiempo de las rebajas ya ha pasado!

Así que tienes deberes:

1.- Calcular qué vale tu trabajo “histórico”

2.- Incorporar este importe como valor de tu aportación de fondos propios. Seguramente supondrá asumir que has estado generando pérdidas. Pero mejor ser consciente de este hecho y evitar que el error se perpetúe.

3.- Calcular qué vale tu trabajo futuro. ¿Cuál es el salario que te corresponde?

4.- Incorporar este importe como más coste en tu estructura de costes.

No dudes que te mereces el salario del emprendedor

Venga. ¡Ánimo! ¡Nadie dijo que ser emprendedor fuera fácil!

Saludos

Raimon

Última revisión: 16 de noviembre 2015

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