Competir en precio.

Competir en precio.

Competir en precio.

Competir por precio es siempre una batalla perdida.

Si para mantener un cliente hay que rebajar el precio, mejor perder el cliente.

Si tu mismo no te valoras ¿Quién te va a valorar?

Últimamente se ha puesto de moda ya no pedir un descuento, sino un derribo del precio.

No nos engañemos, es posible que nuestro producto o servicio pueda soportar un descuento en precio de un 5 ó incluso 8% con un cliente habitual o en una operación puntual.

Pero no el 20 ó 30% que algunos desaprensivos más que solicitar, exigen.

¿Dónde está la frontera en esa reducción de precio que nos están exigiendo?

Sin duda en un descuento del 0%. Lo que alguien denominó “cero pelotero.”

Tras unos cuantos años de crisis es casi seguro que ya hemos reestructurado nuestros costes y mejorado nuestra eficiencia. Los márgenes también se han reducido al mínimo.

Ofrecer un nuevo descuento en el precio es pan (duro) para hoy y hambre para mañana.

¡Pero hambre ya para mañana, no pasado mañana!

Además ese cliente que está pidiendo rebajas probablemente está cerca de convertirse en moroso.

¡Y un moroso no es un cliente!

¿Qué ocurrirá si, además de renunciar al escaso margen, hemos de acabar financiando un periodo excesivo?

O peor aún

¿Si se convierte en impagado definitivo?

Supongamos que el importe de la factura incobrada es de 100.-€ y que el margen neto que estamos obteniendo hoy es del 5%. Para recuperar esa pérdida necesitamos vender 2.000.-€, es decir,

¡20 veces la factura no cobrada!

¿Todavía piensa que vale la pena competir reduciendo precios?

Por el bien de su empresa y de nuestra economía, espero que no.

Saludos

Raimon

Ultima revisión: 19 de abril de 2012.

Bajar texto del mensaje en formato pdf:

Si este artículo le ha parecido interesante, por favor, compártalo con sus amigos. Para ello puede utilizar cualquiera de las redes propuestas a continuación.

¡Muchas gracias!

Print Friendly, PDF & Email