Ahorrando en momentos de crisis

Ahorrar en momentos de crisis lleva a recuperar la senda de los beneficios. El control de los gastos operativos
Recordemos algunas verdades de Pero Grullo:

1. El resultado del ejercicio se determina por diferencia entre los ingresos y los gastos
2. Para aumentar el beneficio del ejercicio podemos aumentar los ingresos, reducir los gastos o un mix de ambos.
3. El incremento de ingresos no va directamente a beneficio, sino que debe soportar los gastos correspondientes (costes variables).
4. La reducción de gastos va directamente a beneficio.

En conclusión:
Si nuestra empresa está obteniendo un margen del 10%, ha de incrementar sus ventas en 10.000.-€ para obtener un incremento de 1.000.-€ en sus beneficios.
¡Si rebaja sus gastos en 1.000.-€ obtiene el mismo incremento de beneficios!
Este hecho demuestra la importancia del control de los gastos del negocio. Sobre todo en momentos de crisis como el actual en los que el mercado está especialmente difícil para crecer en ventas.

Debemos plantearnos cómo optimizar nuestros gastos:
¿Nuestros aprovisionamientos se realizan a un coste óptimo? Entendiendo por óptimo que no podemos obtener la misma calidad y servicio a un coste inferior.

• El actual proveedor, u otro que podamos encontrar, ¿nos da la mejor relación calidad/servicio/precio?
• El lote (cantidad) de aprovisionamiento optimiza el coste del transporte.
• Y sobre todo
• ¿compramos cuando lo necesitamos nosotros o cuando le conviene a nuestros proveedores?
• ¿compramos lo que necesitamos nosotros (características y/o cantidad) o lo que le conviene a nuestros proveedores?

Mantener un inventario excesivo supone menor rotación, mayor coste de inventario, mayores necesidades de financiación, es decir, habitualmente mayores costes financieros.

Los demás gastos de explotación ¿cómo se pueden optimizar?

Obviamente este control requerirá, por lo menos, un estudio del volumen de gasto actual; la cuantificación del volumen necesario ideal y del ahorro que representa; la planeación y análisis de viabilidad de cómo reducir ese gasto para alcanzar su optimización; cómo involucrar a todos los interesados (stakeholders).

¿Por qué no nos decidimos a cambiar o por lo menos analizar los procesos?
Debemos reconocer que básicamente por animadversión al cambio y por pereza (mental y física).
Sin embargo, la experiencia demuestra que el tiempo necesario para la realización del estudio previo e implementación del nuevo protocolo de actuación puede ser prácticamente despreciable (6-8 horas ).
Por eso les animo a que intenten optimizar sus gastos operativos. A menudo disponemos ahí de una bolsa de ahorro muy significativa.

Saludos
Raimon

Última revisión: lunes 18 de octubre de 2010

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