Ratios inútiles
El post de hoy pretende ser únicamente una reflexión en torno a la utilidad del control de gestión empresarial.
En principio el departamento administrativo (o financiero si lo prefieren) de la empresa tiene la misión de gestionar eficientemente los recursos.
Para ello dispone de diferentes herramientas que conceptualmente podemos resumir en:
- Contabilidad financiera: recoge y ordena la información sobre los movimientos económicos y financieros que afectan el valor del patrimonio empresarial.
- Contabilidad analítica o de costes: define el modelo de imputación de costes y valora los mismos.
- Análisis económico financiero: analiza la información anterior para realizar el diagnóstico de la situación empresarial
- Elaboración de presupuestos: redacción del balance y cuenta de resultados que se definen como objetivo a alcanzar en un plazo determinado.
- Definición (y cuantificación) de indicadores que han de servir para la medición del grado de objetivo alcanzado.
- Control de desviaciones: comparación entre la realidad que se va alcanzando respecto del objetivo (presupuesto) definido.
- Toma de decisiones para la corrección del rumbo y su reorientación hacia el objetivo cuando se producen desviaciones.
Por ejemplo, hemos definido el indicador “plazo medio de cobro” y establecido el objetivo de situarlo por debajo de los 45 días cuando en la actualidad estamos concediendo 60.
Para ello establecemos una nueva política de descuentos y/o una mejor gestión administrativa. Transcurrido un trimestre realizamos una nueva medición y el diagnóstico indica que no hemos conseguido modificar sustancialmente el plazo medio de cobro por lo que concluimos que las medidas no han sido efectivas … y sorprendentemente pasamos a otro tema.
Si, sorprende, pero esa es la actuación que a menudo observamos en muchas pymes.
El empresario, que había dado todo su apoyo a la idea, ante el fracaso de esa primera actuación (o segunda, o “n”) no toma ninguna decisión al respecto, sencillamente pasa al siguiente tema del orden del día. Quizás el siguiente indicador.
Entonces, ¿Qué sentido tiene establecer un indicador y “perder tiempo” en su control?
Parece que ninguno.
¿Qué debería hacerse?
Primero comprobar si el indicador elegido es eficaz para la medición del objetivo definido.
A continuación analizar por qué las medidas tomadas no han resultado efectivas. Probablemente haya una explicación lógica y podamos corregir la situación.
Debemos por tanto tomar algo más de tiempo en analizar ese diagnóstico, iniciar un tratamiento, (quizás explicar mejor el objetivo a la red comercial) y establecer un nuevo plazo para la medición y control.
Si no lo hacemos así, las ratios que utilicemos serán siempre inútiles e ineficientes. No olvidemos que los indicadores de gestión son útiles sólo si sirven para tomar decisiones eficientes, sino, se convierten en una pérdida de tiempo.
Saludos
Raimon
Última revisión: 15 de abril de 2013
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