FINTECH. El ahorro tradicional hoy ya no es eficaz.

Las plataformas FINTECH que están apareciendo nos permiten obtener un mayor rendimiento de nuestros ahorros. La parte negativa es que nos obliga a ser inversores, es decir, a asumir el riesgo de pérdida. El ahorro tradicional hoy ya no es eficaz para cubrir necesidades futuras.

Fintech "ahorro" eficaz

Fintech “ahorro” eficaz

Dice el diccionario de la Real Academia Española que eficaz es que tiene eficacia.  El término eficacia lo define como  “Capacidad de lograr el efecto que se desea o se espera”

En el artículo “Ahorrar no es invertir” (Agosto de 2012) ya comenté que ahorrar es guardar para mañana a cambio de un rendimiento reducido, pero sin riesgo de pérdida del capital ahorrado.

Habitualmente el ahorro se remunera a tipos reducidos.

En la actualidad eso significa tipos en promedio cercanos al 0 % anual.

De hecho el mercado está ya ofreciendo tipos negativos. Tengamos también en cuenta que el índice armonizado de precios al consumo (IAPC) fue en 2015 del 0’2 %.

Hagamos una aproximación rápida.

Si ahorramos hoy 100.- €, de aquí un año continuaremos teniendo 100.- €.

Lo que hoy podemos comprar por 100.- € nos costará 100’2.- €.

Es decir:

En un año nuestra riqueza se habrá reducido.

¡A pesar de ahorrar seremos más pobres!

¡Adiós jubilación!

¡No parece que sea como para dar una fiesta!

Así, supongo que estaremos de acuerdo en que la retribución obtenida por ese ahorro no es suficiente para compensar el esfuerzo de guardar ese dinero como previsión para necesidades futuras.

Además desde una perspectiva meramente económica no es suficiente tampoco para cubrir esas necesidades futuras.

Deberíamos buscar alternativas más eficientes.

¿Por qué entonces seguimos ahorrando?

Básicamente porque queremos seguridad en el rescate del capital inicial.

El ahorro está garantizado. Si es una cuenta de ahorro bancaria (o similar) está garantizado por el Fondo de Garantía de Depósitos de Entidades de Crédito (FGD).

Y esa seguridad en el rescate nos hace perder de vista la finalidad por la que hemos decidido “guardar” ese dinero para el futuro.

Recordémoslo, ahorramos para atender necesidades futuras.

Y el ahorro hoy no es eficiente.

FINTECH ¿Por qué no nos convertimos en inversores?

Precisamente por miedo a perder el principal (nuestra aportación).

Si nos convertimos en inversores estaremos asumiendo el riesgo de perder el capital aportado. Es por este motivo que para invertir exigimos un rendimiento superior. Si el ahorro ofrece 0 %, la inversión deberá ofrecer un rendimiento superior que nos compense del mayor riesgo que estamos asumiendo.

Y esa “compensación” debe valorarla cada uno en función de su aversión al riesgo y de su capacidad para afrontar la posible pérdida.

FINTECH Dejemos de ser ahorradores y empecemos a ser inversores

Una de las ventajas que presenta internet es que permite poner en contacto directamente a la empresa que necesita financiación con el inversor (antes ahorrador que transfería el riesgo al banco).

Cada vez es menos necesario el intermediario bancario. (Obviamente el intermediario tecnológico sí existe, pero su “comisión” es muy inferior)

Aprovechemos las distintas plataformas FINTECH que están apareciendo.

Las posibilidades pronto serán (casi) infinitas.

Por ejemplo, podemos realizar pequeñas aportaciones (micromecenazgos desde 15 o 20 euros) para ayudar a cubrir una determinada financiación que esté solicitando una empresa en concreto y percibir unos intereses en torno al 6 u 8 %. Tasa inconmensurablemente más elevada que la que podemos obtener hoy en día por nuestro ahorro.

Pero ¡Cuidado! No olvidemos que la inversión tiene mayor riesgo que el ahorro. De hecho, podemos llegar a perder la totalidad de la inversión.

Debemos gestionar nuestra inversión de manera eficiente para reducir ese riesgo.

Si prestamos a una empresa, evidentemente asumimos el riesgo de que la empresa impague alguna/s cuota/s (o la totalidad).

Cada plataforma fintech ha realizado un análisis previo de la operación de financiación que propone y le otorga una determinada calidad crediticia que le ayudará a medir ese riesgo. Si además distribuimos nuestra inversión en una bolsa suficiente de operaciones estaremos reduciendo el riesgo de nuestra operación de inversión en su conjunto.

Supongamos que queremos invertir 600.-€.

Asumamos que percibimos en promedio un 7 %.

Si repartimos adecuadamente nuestra inversión (por ejemplo entre un mínimo de 20 empresas), aún y aceptando una morosidad definitiva del 5% obtendremos un rendimiento del 1’65 %.

Rendimiento superior al que estamos obteniendo actualmente en operaciones de ahorro tradicional.

Y si lo hacemos bien la morosidad no debería ser tan alta… ¡Pero no espere que sea del 0 %!

FINTECH. Algún ejemplo

Si le interesa el tema, puede hacerse una idea más amplia visitando, por ejemplo, los siguientes enlaces:

Saludos

Raimon

Última revisión: 29 de junio de 2016

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